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CÓMO EL CATOLICISMO ME HIZO LA ARTISTA QUE SOY HOY PT 1

Actualizado: 7 feb 2022

Este retrato al óleo llamado "The Shaman" es mi interpretación de un sanador, un guerrero espiritual o incluso un sacerdote indígena. Creé este arquetipo para promover el bienestar en un mundo polarizado y para crear una nueva narrativa para las mujeres que sufren de vergüenza. No habría sido posible sin mi educación religiosa. En este blog, me gustaría presentar cómo el catolicismo influyó en mi visión como artista.

De niña asistía a misa con mi familia. Todo en la Iglesia católica es narrativo y simbólico. Para empezar, el fundamento de la Iglesia Católica está en el signo de la cruz, literalmente. Es decir, si se observan los planos arquitectónicos desde la vista superior, se verá que la iglesia está situada como una cruz y en el interior, se camina por el pasillo que lleva al altar y a la izquierda y a la derecha hay bancos.

Sus paredes están revestidas de ventanas de cristal, pinturas o estatuas (en las que algunas cuentan la historia de las 12 estaciones del Vía Crucis) y los bancos están llenos de libros litúrgicos (conocidos como misales romanos). Está la crucifixión de Jesús en el altar, donde el sacerdote eleva el pan al cosmos y dice: "Por él, con él, en la unidad del espíritu santo...", en el que este acto ritual es convertir el pan en el cuerpo de Cristo. Luego subimos a comulgar, que es comer el pan, excepto los que no son puros, es decir, los que no han confesado sus pecados.


Cuando fui a la escuela de arte, estudié historia del arte desde la antigua Mesopotamia hasta el arte pop de los años sesenta. Los primeros artistas de la época se encargaron de la narrativa y ésta llegó en forma de mitología. La vida se basaba en la supervivencia y la mitología se creó como la necesidad de la humanidad de entender los conflictos de su tiempo con la esperanza de resolverlos. En aquella época se crearon arquetipos de seres, en su mayoría divinos, que vivían su mitología con los típicos problemas que afectan a los humanos: violaciones, nacimientos, nacimientos fuera del matrimonio, celos entre hermanos, bodas, guerras, asesinatos y resurrecciones.

Recuerdo que me sorprendí cuando descubrí que los romanos se apropiaron de la mitología griega, en la que cambiaron algunos de los nombres de los dioses y diosas divinos. Luego los cristianos los adaptaron para que fueran mártires. En las Américas, y en otros países que experimentaron una conquista española, la iglesia católica se apropió de una poderosa diosa azteca, Tonanztin, construyendo iglesias sobre su santuario y un conocido cerro llamado Tepeyac, y rebautizándola como "Nuestra Señora de Guadalupe" para completar el proceso de conversión de los indígenas en cristianos. El primer santo indígena fue Juan Diego, y su leyenda me la contó por primera vez mi abuela Lupe, que nació el 12 de diciembre, fiesta popular en honor a Nuestra Señora de Guadalupe. Juan Diego fue canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II.


Los artistas se pusieron a trabajar para la iglesia y utilizaron sus habilidades para recrear las enseñanzas de la Biblia y, de repente, la mitología cobró vida. A menudo me he preguntado cómo debía ser vivir hace 500 años y entrar en una iglesia que era el medio de comunicación social de su época.


El cristianismo comenzó como una religión activista. El protagonista principal, Jesucristo, era un hombre benévolo que protestaba contra la codicia, la corrupción, los prejuicios, la decadencia y la autocomplacencia del Imperio Romano. Tenía poderes especiales que podían curar a los enfermos y mostraba compasión por los menos afortunados. Este antiguo guerrero de la justicia social ha perdurado dos mil años.

Dado que gran parte de la historia del arte tiene sus raíces en sistemas de creencias, como la religión organizada, siempre he tenido el deseo de crear una nueva narrativa desde una perspectiva espiritual. Pero, ¿cómo sería? ¿Quiénes son los nuevos protagonistas? ¿Y con qué propósito me atrevería a hacer ese arte?


La creación de "The Shaman" fue una investigación para diseñar un ser espiritual. Vivir en México me ha dado la oportunidad de reconectar con mi herencia mexicana. Sus prácticas espirituales me han ayudado a comenzar una nueva mitología basada en la naturaleza con el propósito de sanar.


Me gusta incorporar las prácticas del viejo mundo de Europa a las Américas. En el retrato de "The Shaman", vemos la quema de copal, salvia y otros inciensos que es una práctica compartida entre América y Europa.

"The Shaman" tiene un tatuaje en el estómago que dice: "Veni Vidi Vici", una palabra latina que significa "Vine, Vi, Vencí". Creo que es importante que un sanador te revele su poder porque es tranquilizador. Cuando sufrimos, buscamos alivio.


Las mujeres han sufrido siglos de opresión y en los últimos 50 años, más o menos, hemos visto los cambios en acción. Las mujeres occidentales ahora pueden votar, recibir educación, acceder a los métodos anticonceptivos y a los puestos de trabajo, por nombrar algunos. Pero estas nuevas libertades y derechos vienen con su propio conjunto de riesgos, responsabilidades y problemas.


¿Cómo nos adaptamos a ellos espiritualmente? Si la religión ha sido una fuente de dolor en lugar de alegría para algunos de nosotros, ¿cómo podemos recuperarnos? ¿Qué narración se puede pintar para mostrar la evolución de la opresión a la curación? Continuará en "Cómo el catolicismo me hizo la artista que soy hoy Pt. 2: Manifestaciones espirituales en lo femenino."


Por cierto, "The Shaman" está disponible en edición limitada de impresiones Giclée.

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